viernes, 16 de junio de 2017

Honzuki no Gekokujou 31



Órdenes de Materiales y Herramientas

Después de que dejamos la habitación de Benno, Lutz y yo somos sacados de la tienda por Mark y hacia un almacén cerca de la puerta sur. Parece que las puertas del sur son donde trabajan una gran cantidad de artesanos, así que hay muchos almacenes en esta parte de la ciudad. Además, hay mucho más pozos de agua por aquí que en los distritos residenciales, dado que los artesanos probablemente utilizan mucha agua en su trabajo.
El almacén al cual Mark nos lleva tiene un pozo justo al lado de él. No es un espacio particularmente grande; A primera vista, parece tener unos tres por tres y medio de ancho*. Tal parece que fue utilizado originalmente por los trabajadores para almacenar las materias primas dentro, con estantes de madera rugosa clavados en las paredes. El interior ha sido burdamente barrido, así que aunque aún se encuentra un poco polvoriento no parece que nosotros necesitaremos hacer una limpieza a fondo. Mientras miro a su alrededor, noto que tanto una olla como una bolsa llena de algo ya han sido dejados en un rincón.

<*6 tatamis, esta medida es una aproximación>
“Cuando los artículos que usted ha ordenado lleguen a la tienda, enviaremos a un empleado para traerlos hasta aquí. Ayer trajeron la olla y la ceniza que ordenaron; Están en la esquina de allí. Este día, la gran bañera y la pesada piedra llegarán. Por favor estén en este lugar cuando lleguen.”
Cuando miro la olla negra que Mark está señalando, mi corazón se llena de gratitud por la ayuda de Benno. Una olla, algo que tanto Lutz como yo nunca podríamos haber conseguido por nuestra cuenta, está aquí.
“¡¡Whoa, una olla!!” Exclamo. “¡Lutz! ¿Puedes llevar esto?”
“Sí, si es de este tamaño. Podría también sujetarla a mi espalda, en su lugar.”
“¡Bueno, vamos a medirla! Tenemos que averiguar cuán grande será la vaporera.”
Tengo un conjunto de materiales ordenados, que tomé prestados de la tienda de Benno, en mi bolsa de mano. Mientras me apresuro a sacar la cinta métrica, Lutz casualmente quita esta de mis manos.
“... Claro, vamos a medir, pero vamos a calmarnos un poco primero. Si te entusiasmas demasiado, te enfermarás de nuevo.”
“Urgh...”
Mark sonríe irónicamente mientras él mira nuestro intercambio.
“Si no hay problemas con este almacén, entonces voy a regresar a la tienda hoy. Mañana por la mañana, planeo ir a la maderera, así que por favor asegúrese de haber terminado de medir y ordenar todo lo que ustedes necesitaran para entonces. ...Hmm, saldré de la tienda a la tercera campana, así que creo que debería llegar a la plaza central un poco después.”
“¡Sí, entendido!”, Digo. “Muchas gracias por todo hasta ahora.”
A continuación, él saca un juego de cadenas y una llave, con expresión seria en su rostro.
“Voy a dejar esta llave contigo por ahora. Esta es la clave de este almacén. Cuando cierre aquí, por favor asegúrese de que no olvidarse de esto. Entonces, después de que usted haya cerrado este lugar, usted necesita traer esta llave de regreso a la tienda. Lutz, está bien si lo haces tú solo. ¿Todo está bien?”
“Sí” respondo.
Después de entregar la pesada llave a Lutz, Mark gira suavemente sobre su talón, luego sale del almacén.
“Lutz, ¿vamos a empezar?”
Este almacén no parece haber sido utilizado muy recientemente, así que no tiene ni sillas ni cajas sobre las cuales podamos sentarnos. No es el tipo de lugar en el cual realmente puedes tomar un descanso.
“¿Qué tal si nosotros traemos las cosas que ya tenemos? El marco que hicimos, el bambú, los clavos...”
“Sí, eso suena bien. Las cosas que definitivamente tenemos que hacer hoy son calcular el tamaño de la vaporera, y luego el tamaño de la madera que vamos a usar, ¿cierto? Quiero repasar lo que he conseguido con los pedidos hasta ahora para cerciorarme de que no he olvidado pedir más madera que podríamos necesitar... después de eso, ¿podríamos empezar a hacer tiras de bambú?”
“Si vamos a cortar y raspar el bambú de esa manera, necesitaremos algunas herramientas para eso también.”
Anoto una lista de las cosas que necesitamos hacer hoy en mi pizarra, luego la apoyo contra la pared del almacén. De esta manera, creo que así no olvidaremos nada.
Lutz y yo comenzamos a regresar a casa para recoger nuestras cosas y traerlas al almacén. No estoy completamente familiarizada con la parte de la ciudad en la que estamos, así que estoy muy perdida, pero Lutz parece saber exactamente dónde estamos mientras él casualmente nos guía a través de estrechos y retorcidos callejones. Este almacén se supone que está cerca de la puerta sur y de mi casa, pero ¿dónde estamos? Cuando esa pregunta rebota en mi cabeza, damos vuelta en una esquina y llegamos a casa. Está muy cerca, para mi alivio, ya que será fácil para mi resistencia.
“Está bien” le digo, “Subiré a buscar todo en una canasta y lo traeré aquí.”
“Lo tengo.”
Todo lo que tengo en mi casa son los clavos. Desde que la familia de Lutz trabaja en las industrias de la construcción y la carpintería, es muy probable que si hubiéramos dejado la bolsa de clavos en ese lugar, probablemente alguien en su familia hubiese pensado que era su propia bolsa y nos la hubiese quitado. Del mismo modo, si dejamos el marco o el bambú que habíamos recogido en mi casa, probablemente la confundirían con leña nuevamente y la quemarían, así que dejamos estos en la casa de Lutz.
Puse la bolsa de clavos y mi cuchillo dentro de la cesta. Como una reflexión posterior, tomo un trapo para el polvo y una escoba, también. Ya que no tenemos nada que usar como una silla, al menos, quiero barrer una parte del piso y dejar un paño para así tener un lugar para sentarnos.
Cuando regreso a la planta baja, Lutz ya está esperándome, con todo tipo de cosas de madera sobresaliendo de su canasta.
“Lutz, ¿qué es eso?”
“Oh, es algo que Ralph estropeó el otro día. Pensé que podríamos usarlo como una silla por ahora.”
“Heh heh, yo también traje algunas cosas para que podamos sentarnos.”
Regresamos al almacén, ponemos la bolsa de clavos en un estante y colocamos el bambú en una esquina. Saqué la cinta métrica, y ambos medimos las dimensiones de la olla y decidimos el tamaño de la vaporera que usaremos, luego anoté en mi pizarra el tamaño de la madera que vamos a estar humeando.
“¿Esta mirada bien?”
“Sí.”
Hay una gran cantidad de madera que necesitamos requerir en la maderera. Necesitamos los componentes para la vaporera, el palo pesado que usaremos para batir las fibras extraídas, el tablero grande y plano que necesitaremos para la camilla para el papel, otro tablero plano, pero relativamente delgado, nosotros podemos pegar el papel para secarlo, el bambú que necesitamos para hacer tiras de bambú, y, por supuesto, la madera que vamos a necesitar para hacer el papel real.
Mientras vuelvo a comprobar para asegurarme de que tengo todo escrito en el formulario de pedido, empiezo a preguntarme qué tipo de características queremos en nuestra madera. ¿Queremos una madera dura o blanda, una madera vieja o una joven?
“Muy bien”, Lutz dice, “Vamos a hacer las tiras de bambú.”
“Por supuesto. ¿Puedes hacerlas lo suficientemente pequeñas?”
“Hmm, la última vez todavía eran bastante grandes. Me pregunto ¿cómo podemos hacerlas más delgadas?”
Bajo la dirección de Lutz, comenzamos a trabajar en la fabricación de las tiras de bambú. Es relativamente sencillo hacer los cortes con golpes simples y potentes, pero emparejarlos hasta algo más delgado parece que es un proceso mucho más lento y arduo.
“Déjame intentar, también. Si es un trabajo fino, creo que puedo hacerlo.”
Saqué mi propio cuchillo, elijo un delgado pedazo de bambú, e intento cortarlo. A mitad de camino, sin embargo, repentinamente se parte en dos. No tiene suficiente longitud para que podamos utilizarla sin que esta se tambalee.
“Esto es realmente difícil”, le digo.
“Sí, realmente lo es”, Lutz dice.
Miro hacia las pocas tiras que hemos finalizado, luego al marco que tenemos que llenar, juzgando cuánto necesitaremos para llenarlo.
Realmente quiero dejar este trabajo a las personas que realmente puedan hacerlo. Los dos no tenemos tiempo ni habilidad.
Mientras nosotros seguimos trabajando, una llamada viene desde afuera. “¡He traído sus mercancías!”
Un empleado de la tienda de Benno ha llegado, llevando una tina grande y una piedra para el peso la cual es lo suficientemente ligera para que Lutz sea capaz de levantarla. Tengo que ponerlos en la esquina, al lado de la olla.
“Maine,” Lutz dice, “Nuestra entrega llego, así que vamos a terminar por hoy.”
Mientras el empleado de Benno sale para regresar la tienda, Lutz comienza a ordenar sus herramientas. Sin embargo, desde que es sólo alrededor del mediodía, aun pienso que tengo un montón de resistencia para seguir trabajando.
“Puedo seguir, ¿sabes?”
“... Mañana parece bastante difícil, así que deberías descansar un poco hoy. Hey, ¿no dijiste que necesitabas cocinar hoy?”
“Oh, es cierto.”
Mi turno para cocinar vino mientras estaba atascada en mi cama, así que Tory me cubrió. Así que hoy es mi turno.
“Además,” él continúa, “desde que iré a la maderera mañana, tengo que asegurarme de que todas mis cosas estén hechas primero.”
“¿Tus cosas?”
“Necesito asegurarme de conseguir hacer mi parte de las tareas de mañana hoy. Así que, Maine, vete a casa. Iré corriendo a regresar la llave a la tienda después de hacerlo.”
“Lo tengo.”
Asiento con mi cabeza en acuerdo, dolorosamente consciente de cuánto soy una carga, a continuación, comienzo a poner todo en orden.

◇◆◇

Al día siguiente, poco después de sonar la tercera campana, nos encontramos con Mark en la plaza central, luego nos dirigimos hacia la maderera. Parece que la tienda de Benno está más ocupada entre cuando es abierta justo antes de la segunda campana y cuando los comerciantes comienzan a calmarse alrededor de la tercera campana.
Desde que Lutz está aquí con nosotros hoy, no he colapsado en el camino, y hemos llegado a la maderera a salvo. Los troncos están dispuestos en pilas por aquí o inclinados contra las paredes, una escena no completamente diferente a algo que he visto en Japón. Sin embargo, puesto que todo lo que usualmente se hace a través de máquinas en su lugar se encuentra hecho a mano, hay un gran número de tipos bastante musculosos vagando alrededor del lugar, gritándose el uno al otro mientras arrastran la madera y reducen su tamaño. Es una escena bastante animada. Casi excesivamente animada, hasta el punto que estoy un poco asustada.
“Ahh,” Mark dice, “Capataz, ha pasado un tiempo.”
“¡Oh! Mark, ¿huh? Ese chico Benno está haciéndolo muy bien, ¿no es así?”
“Ah, sí. Él lo está haciendo muy bien. Para los negocios de hoy, sin embargo, estos dos están buscando algo de madera...”
El capataz porta un bigote erizado, salpicado de gris y una calva brillante. Él sale para saludar a Mark, quien le habla acerca de nuestra búsqueda.
“La pequeña niña y el chico, ¿huh? ¿Qué tipo de madera necesitan?”
Sus músculos fornidos no coinciden en absoluto con su edad. Mientras él me miraba fijamente, mi aliento atravesó mi garganta con un chillido.
“Umm, estoy buscando madera para así poder hacer un vaporera...”
“¿Huuuh? ¿Qué clase de madera es esa?”
Él repite su pregunta, con una expresión dudosa en su cara, dejándome ante una pérdida total debido a sus palabras. Estoy bastante segura de que Lutz y Mark entienden a lo que me he estado refiriendo cuando hablo acerca de vaporera, pero me pregunto ¿si el capataz realmente no sabe sobre ellas? O, quizás, ¿tengo que decirle realmente los tipos específicos de madera que necesito?
“Ummm, necesito algo que mantenga su forma incluso cuando hay mucho vapor de agua... ah, no, cuando hay mucho vapor; Una madera dura y seca. ¿Podrías decirme qué tipo de madera usted tiene?”
“¿Hoh? Una madera dura y seca, hm. Creo que tengo una idea de lo que podría necesitar.”
El capataz se inclina, y luego lista los nombres de tres tipos diferentes de madera.
“Tenemos zwan, turaka y pedithry. ¿Cuál será?”
“¿Cuál va a ser?, Preguntas... Lutz, ¿sabes?”
Incluso a pesar de que él hizo una lista con algunos posibles candidatos, no tengo idea de lo que estas son. Miro por sobre mi hombro a Lutz para pedir ayuda.
“¿Hmm? Zwan es el más fácil de trabajar, ¿cierto?”
“Bueno entonces,” Mark dijo, “Vamos a ir con zwan, entonces. Has decidido los tamaños que necesitas, ¿verdad?”
“¡Sí!” Digo, sacando los formularios de pedido de mi bolso. Mark los revisa, comprobando que no hay errores.
“Hmm”, él dice, “no hay problemas aquí. Así que, capataz, por favor, corte zwan con las dimensiones enumeradas aquí, y luego entregue estas en la tienda.”
“¡Estas bien!”
Él mira el formulario, y a continuación se lo entrega a un tipo corpulento cercano.
“Um”, le digo, “También necesito una tabla gruesa y un soporte para ponerla, además una madera que no se deformará cuando se encuentre húmeda.”
“Puedo venderles la madera, pero si la quieres unir a un soporte vas a necesitar hacerlo por ti misma o encontrar un fabricante de muebles. ¿Quieres esto en zwan, también?”
“Sí, por favor”, le digo inclinado mi cabeza vigorosamente, entregándole el formulario de orden para obtener una tabla gruesa. Él suspira cuando mira este por encima, a continuación  saco otro formulario para entregárselo.
“Esto seguro es mucho”, él dice.
“Todavía tengo más”, le respondo. “Esto es para dos tablas, que necesitan ser capaces de ser mojadas, y también necesitan ser delgadas.”
“¿Qué tan delgadas?”, él dice, frunciendo su ceño. “Si cortas madera demasiado delgada, esta comenzará a doblarse cuando pongas algo de peso sobre ella, ¿sabes?”
Yo tarareo sin sentido, cavando a través de mis recuerdos. Cuando la imagen de la tabla en la cual vamos a pegar el papel destella en mi mente, junto mis manos por la inspiración, y luego saca mi pizarra desde mi bolsa. El lápiz de pizarra golpea en contra de la superficie mientras dibujo un diagrama.
“Ummm, va a estar fijada en un marco y reforzada en la parte posterior de esta manera, así que algo suficientemente grueso para no doblarse cuando eso sucede. Estoy preocupada por el peso; Sé que no voy a ser capaz de levantarla, pero si Lutz no puede...”
“Sería un fracaso como hombre si no pudiera levantar algo así de grande”, Lutz interrumpe.
No hay forma de que Lutz pueda incluso empezar a compararse con ese musculoso capataz. Un poco ansiosa, me giro para encararlo, pero antes de que pueda abrir mi boca ya llevaba un desagradable ceño.
“Soy un hombre”, él dice, “así que todo estará bien.”
Si Lutz habla demasiado ahora, él terminará pagando por ello más tarde, pero si digo algo ahora, sólo voy a herir su orgullo como hombre, así que lo dejo pasar.
“A continuación” digo, “Necesitaremos un madero cuadrado de madera dura, como un palo, o la varilla que usas cuando estás golpeando ropa. Esto también tiene que tener un tamaño y peso que Lutz pueda cargar y manipular.”
“Sin embargo, esto suena completamente diferente a una varilla de lavandería, ¿Qué estarás golpeando?”
Esas fueron las dos cosas que vinieron a mi mente cuando pensaba en cosas que usas para golpear otras cosas, pero parece que ya que un palo es un arma y una varilla de lavandería es algo que las madres utilizan para golpear las cosas que lavan, los materiales deben ser muy diferente.
“Fibras de madera” le respondí. “Los estaremos hirviendo hasta que estén flojos, luego las golpearemos hasta que estén suaves como algodón.”
“¿Qué estás haciendo, otra vez?”
Cruzo mis dedos delante de mi boca, haciendo una X. “Lo siento, pero no puedo decírtelo.”
El capataz suspira nuevamente. “Conseguir la dureza y el peso equilibrado será importante, huh. Si vamos a hacerlo bien, ¿en qué tipo de superficie vas a estar haciendo esto? ¿Piedra? ¿Madera? Hay más variables además de estas, ¿sí?
Toda la sangre escapa de mi cabeza. Había olvidado completamente que necesitábamos una especie de bloque de corte en el cual pudiéramos golpear las fibras sobre él.
“... Yo, yo no pensé en eso. C, c, cierto, ¡necesitamos un bloque de corte para eso también! ¿Podemos ordenarlos como un conjunto, por favor? ¡Puedo escribir la orden ahora mismo!”
“Sí, si quisieras hacerlo como un conjunto, podrías añadirlo al pedido aquí, pero... ¿niña, vas a escribirlo?”
“¿Sí, yo…?”
Sacudo mi cabeza ante la realización de mi error irreflexivo. Intentando desesperadamente recuperarme de algún modo, saco inmediatamente la cinta métrica, la tinta y la pluma del conjunto de escritura para órdenes, a continuación añado al formulario las dimensiones del bloque de corte, debajo de la descripción del palo mismo.
“Señor”, le digo al capataz, “¿esto hará?”
“Sí, lo haré. ¿Es esa tu orden completa?”
“No, lo siguiente es... um, ¿hay un tipo de madera que tenga fibras realmente largas y resistentes? Si es posible, nosotros estamos buscando madera con fibras pegajosas, pero si usted no puede, está bien, siempre y cuando puedan quedar bien unidas y podamos obtener muchos de ellos de la madera. He escuchado que la madera de un año es lo mejor para esto; Después del segundo año las fibras se ponen demasiado duras y quebradizas así que ellas se vuelven muy difíciles para trabajar. Así que estamos buscando una madera joven y suave.”
Al detallar las características de la madera que podría ser más fácil de usar para el papel, la reacción del capataz no es muy buena. Él tira de su bigote mientras piensa, frunciendo su ceño.
“Hmmm. La madera joven no es muy útil, así que en realidad no tenemos algo así.”
Parece que esta maderera no trata con árboles de un año a menos que ellos consigan una orden especial para esto.
“Um, entonces, si usted tiene alguna idea de qué tipo de madera podría tener esos rasgos, ¿podría por favor al menos darnos una lista de ellas? No sabemos exactamente qué tipo de madera vamos a usar, así podremos recoger las pequeñas cantidades que necesitaremos para probar. Sin embargo, cuando descubramos cual necesitamos, ¿podemos ordenarla a través de usted?”
“No puedo decirlo hasta que sepa cuánto vas a ordenar. Si es muy poco, es difícil para mí ganar dinero.”
“Entiendo. ...Lutz, ¿podrías averiguar los nombres de estos árboles y dónde los podemos encontrar? No creo que pueda distinguirlos, yo misma.”
Parece que vamos a tener que recoger nuestras materias primas después de todo, al menos al empezar. Una vez que tengamos nuestro prototipo terminado habremos averiguado qué tipo de madera vamos a querer usar, así que cuando nosotros iniciemos la producción en masa podremos ordenarla.
Lutz se va con uno de los jóvenes tipos corpulentos para aprender sobre los diferentes tipos de madera y cómo distinguirlos. Mientras tanto, saco una tira de bambú para mostrársela al capataz y realizar algunas preguntas.
“Ah, es verdad”, le digo, “Necesitamos tiras de bambú como esta; ¿Tienes bambú aquí?”
“No mucho, pero sí, tenemos”, él dice, señalando hacia uno de las muchas pilas de madera. Allí, veo las familiares formas de los palos de bambú apilados.
“¿Usted podría hacer estas tiras de bambú aquí?”
“Un fino trabajo como ese es el trabajo de un artesano. Pregúntale a un artesano.”
“Un artesano, está bien. Muchas gracias. Um, eso es todo en mi orden para hoy.”
“Está bien”, él dice, mirando la pila de formularios. “Cuando todo esté terminado, quieres que lo envíen a la tienda de Benno, ¿verdad?”
Todos los formularios que le he entregado tienen puesto el nombre de Benno. Desde que nosotros tenemos un contrato diciendo que él proporcionará la inversión inicial de los materiales a cambio de mi champú simple, parece que Benno es el que hace toda la orden real. Parece que la formalidad de tener Benno comprando y recibiendo las mercancías, y luego entregárnoslas es importante para la forma en que funciona el contrato mágico.
“Sí, por favor. Muchas gracias por su asistencia.”
El capataz regresa a sus deberes. Mientras espero a que Lutz regrese, meto mi mano en mi bolsa de mano y me siento alrededor, asegurándome de que no olvidé accidentalmente entregar algún formulario. Todo lo que me queda es la orden para el soporte, para la cual necesito encontrar un fabricante de muebles, y la orden para las tiras de bambú, para la cual tengo que encontrar un artesano.
Hmmm, ¿qué debemos hacer con el soporte para la camilla para el papel? Para ser honesta, un soporte no parece el tipo de cosa que necesito ir hasta un fabricante de muebles para conseguirlo.
“... Señor Mark”, le digo, “¿Usted tiene cajas de madera en la tienda que podamos usar para una mesa? Creo que sería un desperdicio pedirle a un fabricante de muebles que hiciera una personalizada.
“Ah, entiendo. Haré para encontrar alguna para ti. ¿Cuantas necesitas?”
“Vamos a necesitar dos que tengan el mismo tamaño para que podamos poner una tabla sobre ellas. Estaría realmente feliz si pudiésemos conseguir dos o tres más, pero el tamaño de estas realmente no importa.”
Mark rápidamente está de acuerdo, desde que esto será mucho más barato que pedir algo personalizado a un fabricante de muebles. Cuando Lutz regresa, Mark dice que es hora de separarnos por el día.
“Tal vez deberíamos ir al taller del artesano otro día. No fui de entrar en contacto con uno hoy, así que ¿nos separaremos aquí?”
“Muy bien,” le digo. "Muchas gracias.”

◇◆◇

Al día siguiente, nos dirigimos al bosque para recolectar leña. Mientras que estamos en ello, intento averiguar si hay un tipo de árbol aquí con el cual podría trabajar para la fabricación de papel, pero puesto que Lutz tiene la última palabra, él tiene mucho conocimiento de esto  que yo, básicamente, simplemente le impongo toda la tarea a él . Quiero decir, ¡cada árbol que veo luce idéntico a cualquier otro árbol para mí! Claro, hay diferencias en el color y la textura de su corteza, pero hay muchas variaciones diferentes, y no puedo recordar ninguna en absoluto.
Entonces, cuando nos detenemos en la tienda para pedir prestado la llave del almacén para que así podamos almacenar lo que hemos encontrado, Mark nos informa que él fue capaz de ponerse en contacto con un artesano que nos podría ayudar.
Señor Mark, eres increíble en tu trabajo. Un rápido trabajador.
Gracias a Mark, cinco días después de nuestra visita a la maderera, podemos reunirnos con un artesano. Como de costumbre, nos encontramos en la plaza central alrededor de la tercera campana, luego nos dirigimos hacia nuestro destino. Parece que debido a que este taller de artesanos recibe un gran tráfico de otros trabajadores, se encuentra ubicado cerca de las puertas sur.
A diferencia del capataz de la maderera, este artesano es, si tuviese que describirlo, un hombre bastante delgado. Él tiene los músculos que necesita para hacer su trabajo, pero el resto de su físico es la encarnación de minimizar las cosas innecesarias. Su cabello ceniza llega hasta su espalda, ligeramente atado en una cola de caballo para que no se interponga en su trabajo.
“¿Cuál es el trabajo?”
Él me escanea de arriba abajo con sus agudos ojos, la imagen del artesano neurótico. Me aferro reflexivamente a la pierna del pantalón de Mark.
“Me gustaría tiras de bambú delgadas como esta”, le digo, sacando una de las que ya hemos hecho desde mi bolsa de mano y se la entrego. “Le pregunté a la maderera si podían hacerlo, pero el capataz dijo que debería ir a ver a un artesano...”
Él gira la tira imprecisamente cortada en sus manos, con su boca fruncida.
“¿Necesitas que sea ondulado de esta manera?”
“Intente hacerla lo más recta posible...”
“Hm, si tomo en cuenta tu falta de habilidad, está claro lo que estás buscando. Lo tengo. ¿Estos son los ingredientes?”
El artesano señala el bambú que Lutz tiene en una cesta en su espalda, que recuperamos del almacén en nuestro camino aquí. Lo sacamos de la cesta y lo apilamos para él.
“¿Eso es todo lo que necesitaa?”
“¡Um! Espero que puedas hacer una ‘estera de bambú’, ¿cree que pueda?”
Dibujo un diagrama en mi pizarra, a continuación, utilizo la tira de bambú que tengo como un apoyo cuando intento explicar lo que estoy buscando. A pesar de mi cruda explicación, parece que el artesano de alguna manera logra capturar la imagen de lo que estoy buscando.
“Será un real dolor hacerlo, pero no puedo decir que no puedo hacerlo.”
“¿Realmente? ¡Asombroso!”
“Pero, no puedo hacer que funcione si no tengo un hilo suficientemente fuerte. Consígueme algo así antes de hacer el pedido.”
Él agita sus manos mientras nos habla, nos está espantando. Sin embargo, no hay forma de que me permita ser expulsada de esta manera. Después de todo, tengo literalmente cero idea de qué tipo de hilo va a ser lo suficientemente resistente para que funcione.
“Umm, lo siento, pero realmente no sé qué hilo es lo suficientemente fuerte para usted. ¿Podrías ayudarme a buscarlo, por favor?”
“Estoy libre para dirigirme al mayorista de hilos ahora mismo, así que puedo, claro.”
“¡Vamos!”
Levanto mi puño con entusiasmo hacia el cielo. Estoy bastante feliz de que este artesano de aspecto desagradable repentinamente dijo algo tan cooperativo.
“Oi, Maine”, Lutz me regaña por detrás, agarrándome por la parte superior de la cabeza. Haciendo una mueca, me doy la vuelta para mirarlo. Él me mira, sus ojos verdes se estrechan debido a la irritación.
“No seas tan imprudente. Tú serás la primera en pagar por eso.”
“Parece que hoy también le gustaría ser cargada en mis brazos hoy, ¿no?”, Mark dice.
“¿Eek?”, le digo.
No sé si él recuerda claramente cuánto odie haber sido cargada todo el camino hasta mi casa la última vez; Su agradable sonrisa no muestra ninguna indicación cuando él se acerca a mí. Mientras retrocedo cautelosamente, el artesano, sonando irritado, habla.
“¿Vamos o no? ¡Elige!”
“Iremos, por supuesto”, Mark dice. Maine lo dijo después de todo. ¿Cierto?”
Mark me captura, me levanta en sus brazos y me arrastra hacia el mayorista de hilos. Puesto que no tenemos que preocuparnos de mantener mi ritmo, hay una gran diferencia en nuestra velocidad. Estoy sorprendida de que, incluso aunque estoy en sus brazos, es un viaje muy suave. Dejé escapar un suspiro insatisfecho, mi cara está cerca de su hombro.
Había planeado seguir forjándome, pero terminé siendo una molestia de nuevo...
Puesto que el mayorista de hilo se encuentra a lo largo de las calles de los trabajadores, no se encuentra realmente muy lejos. Incluso así, como alguien que es mentalmente una adulta, ser cargada en los brazos de alguien de esta manera me hace querer huir lejos, muy lejos. Cuando llegamos al mayorista, él finalmente me deja bajar, dejándome caminar sobre mis propios pies mientras entramos en la tienda.
“Whoa, ¡hay mucho hilo aquí!”
“Sí” murmura el artesano, “porque es un mayorista. Por el hilo.”
A pesar de su broma, todavía estoy asombrada por el espectáculo de la enorme cantidad de hilos que han sido reunidos aquí. En esta ciudad, los puestos en el mercado de la ciudad no llevan nada más de lo que razonablemente ellos pueden vender a los clientes individuales, y las tiendas en el primer piso de cada edificio a lo largo de las calles principales poseen cantidades limitadas de mercancías en exhibición, sólo lo suficiente para muestras, para minimizar el daño que un ladrón o un asaltante podría causar. Es muy raro ver tanto de una mercancía aglomerada en un espacio como este.
“¿Cuáles son los más duros?” le pregunto.
En Japón, el hilo que nosotros usamos para hacer esteras keta de bambú es un hilo de seda cruda. Aquí, no sé si los gusanos de seda, y mucho menos la seda, realmente existen, así que no sé cómo elegir un hilo lo suficientemente fuerte.
“La seda de un spinne podría ser la más fuerte, especialmente cualquier cosecha durante su temporada de cría en otoño. Sin embargo, es costosa, ¿sí?”
Miro a Mark interrogativamente, y él devuelve mi mirada. Yo no soy quien realmente está a cargo del dinero. Mark lo es, desde que se le ha confiado la última palabra en el contenido del bolsillo de Benno.
“La seda Spinne podría estar bien, pero no debería ser necesario ser específico en que esta sea de otoño, ¿verdad?”
“... Sí, tienes razón, pero ¿está bien seda Spinne?”
“Sí, está bien.”
Al parecer la seda spinne es un artículo muy caro. El artesano lentamente, cuidadosamente toma un carrete de una estantería llena de los más caros, productos de la más alta calidad. Asombrado, intercambio otra mirada con Mark.
“Sin embargo,” él dice, “si hay quejas acerca del producto final, no perdonaré sus errores. Confío en que termine esta tarea a la perfección.”
Mark mira brevemente el formulario de pedido que he extraído de mi bolsa de mano, luego toma este y mi muestra de palo de bambú al artesano con una amplia sonrisa.
“Dejo esto en sus manos capaces.”
“…Sí.”
Dos esteras de tamaño postal para adaptarse a los marcos de papel. Con eso, todos los pedidos de nuestras herramientas han sido colocados con éxito, sin ningún problema en absoluto. Dejo escapar un suspiro de alivio.
Después de eso, termino jugando a cuidar la casa dentro del almacén por un tiempo, viendo como los bienes que pedimos empezar a llegar. Cuando esto sucede, Lutz y yo trabajamos para construir nuestras herramientas utilizando las partes que ya han llegado.
Todo el tiempo, rutinariamente nos dirigimos al bosque para hacer nuestra recolección, y aunque nos aseguramos de ayudar en la casa lo suficiente para que no nos regañen nuestras familias, constantemente recolectamos nuestras materias primas.
Todavía no sabemos si vamos a utilizar la fruta edil o los fluidos corporales de un insecto slamo como sustituto de la savia del Aibika, así que comenzamos probando las frutas edil. Parece que en el otoño, cuando empiezan los preparativos para el invierno, el pegajoso jugo de las frutas edil es comúnmente extendido a lo largo de marcos de ventana, que luego se rellenan con tela para sellar las ventanas de corrientes de aire. Como tal, en poco tiempo, el número de frutas disponibles en el mercado de la ciudad comenzará a disminuir, y el precio probablemente va a empezar a subir, también. Por lo tanto, ya que parece que no seremos capaces de utilizar la fruta edil, vamos a tener que utilizar el jugo de insecto slamo.
Además, cuando llegó la hora de ir a comprar la fruta edil, una vez más caí por la fiebre, así que Lutz fue a encontrarse con Mark por sí mismo. He escuchado de Lutz que finalmente fue capaz de obtener una valiosa experiencia al trabajar con Mark, así que me pregunté brevemente si había estado entrometiéndome demasiado.

◇◆◇

En el momento en que todas nuestras materias primas han sido recolectadas, mi salud se ha recuperado, y finalmente podemos comenzar a trabajar en la elaboración del papel mismo, un mes y medio ha pasado desde nuestra primera reunión con Benno.