jueves, 1 de junio de 2017

Honzuki no Gekokujou 27



La Invitación a la Residencia de Otto

La invitación a la residencia de Otto es una invitación formal de Corinna, entregada a mí a través de Otto. Es una delgada tablilla en la cual se han escrito las palabras.
“Esto realmente no es algo que debería responder por mí misma”, le digo. “Si no le pregunto a mi Madre primero...”
Probablemente sea muy extraño que una niña como yo, quien aún no ha pasado por su ceremonia de bautismo, reciba una invitación por escrito como ésta. ¿No sería esto normalmente algo dirigido a los padres? Eso significaría que mis padres serían las personas que decidirían si realmente puedo asistir.

Otto alza sus cejas ligeramente ante mis comentarios, luego sacude su cabeza. “De toda tu familia, ¿no eres la única que realmente puede leer? Encima de eso, no es algo que puedas rechazar. Si lo hicieras, existe una posibilidad de que tu madre y tu hermana podrían ver repentinamente su trabajo terminado, después de todo.
“¡¿Qué?! ¡¿Qué... qué estás diciendo?!”
Los padres de Corinna dirigen una exitosa compañía, y ella misma es bastante hábil, así que ella debe ser un miembro bastante influyente del gremio de sastres. Basándome en las diversas explicaciones que me han dado, si el aprendizaje de costurera de Tory es similar al de un trabajador a tiempo parcial, y el trabajo de mi Madre en la tintorería es similar a un gerente de línea, entonces Corinna podría ser considerada como una ejecutiva.
Las sociedades jerárquicas son aterradoras. No puedo rechazarla. Lo tengo.
Esta, sin embargo, no es una invitación de Corinna, sino una invitación de Otto, por lo que mi Padre podría ser capaz de rechazarla utilizando su propia autoridad. Esto es muy complicado.
“Además” Otto dijo, “pensé que ahora sería una gran oportunidad para estudiar también sobre las invitaciones por escrito.”
“¡Oh ya veo! Muchas gracias.”
Con la ayuda de Otto, miro la invitación, aprendiendo sobre ambas invitaciones y cómo responderlas.
“¡¿Acabas de decir que es una invitación por escrito de Madame Corinna?! ¿Qué? ¡¿Seriamente?! ¡¿Por qué?!”
“Ella escuchó hablar de mi ‘champú simple’ de Otto, y quiere probarlo por sí misma.”
“¡Bueno, lo iré!”
Cuando mi Madre me vio regresar a casa llevando una invitación oficial por escrito, ella entró en un gran pánico. Intento preguntarle si debo declinar después de todo, pero dentro de su excesivo pánico sus ojos se abren con rabia.
“¡Declinarlo sería impensable! ¡Tenemos que ser corteses!”
“¡Esta bien! Seré cuidadosa.”
De alguna manera, parece menos una invitación, y más una convocatoria oficial.
Después de eso, mi Madre comienza frenéticamente a hacer un delantal nuevo para mí. Tal parece que ir ante Corinna vestida con mi ropa usual no sería apropiado. Mientras ella trabaja, me advierte acerca de cada violación de etiqueta que ella puede pensar, para que así no sea accidentalmente descortés. Todo lo que había planeado hacer era enseñar a Corinna cómo utilizar mi champú, pero de alguna manera esto se transformó en este gran alboroto.
“Tienes mucha suerte, Maine... Vas a ir sola, aunque yo sea quien lo haya hecho...”
“Mami, ¿puede ir conmigo Tory también?”
“¡Absolutamente no! Ella no tiene una invitación.”
Aunque soy quien creó el champú simple, Tory ha sido quien ha estado haciendo su elaboración hasta ahora. Pienso que está suficientemente calificada para venir conmigo, pero desde que llevar un participante no invitado junto contigo es grosero incluso aquí, Tory va a estar atascada en casa, sin importar cuan celosa pueda estar.
Otto y yo nos hemos reunido en la plaza central al sonar la tercera campana, justo como la última vez. Por encima de mi ropa habitual, me puse el nuevo delantal que mi Madre hizo para mí, y fui con mi Padre hacia la plaza. Llevo mi bolsa de viaje conmigo, en la cual me he realmente asegurado de poner un pequeño frasco de champú simple junto con un peine.
Cuando nosotros arribamos, Otto ya estaba esperando cerca de la fuente. Mi padre me lleva rápidamente hacia él.
“Líder de Escuadrón”, Otto dice, “No se preocupes, me encargaré de ella. Ahora, Maine, ¿nos vamos?”
“Sí. ¡Hasta luego, Papi!”
“Sí.”
Después de despedirnos de mi Padre, Otto comienza a caminar hacia las murallas del castillo. Tal parece que su casa se encuentra cerca del castillo. Mientras más cerca te encuentras del castillo donde vive la nobleza, mayor es el precio del alquiler, por lo que parece que el hogar de Otto se encuentra en lo que podría ser llamado un exclusivo distrito residencial.
“Señor Otto, ¿usted vive cerca de las murallas del castillo, aunque usted es un soldado?”
“Vivo en un apartamento sobre la casa de los padres de Corinna. Su hermano mayor no pudo soportar dejar ir a su adorable hermana menor, así que le dijo que viviera allí.”
“Huh, ya veo...”
Ahora que lo menciona, creo recordar escuchar que es casi como si él se hubiese casado con su familia. Ciertamente, sin el apoyo financiero de la familia de su esposa, él no podría permitirse vivir en tal lugar con el salario de un soldado de bajo rango. Él dijo que había gastado todos los ahorros de toda su vida para comprar su ciudadanía, así que ¿tal vez todos los que estaban conectados con su esposa estuvieron extremadamente preocupados por la falta de dinero que tendrían inmediatamente después de casarse?
Gradualmente, los tipos de personas que veo caminando comienzan a cambiar de lo que estoy acostumbrado. Su ropa está cada vez menos remendada, e incorpora más y más vuelos y telas decorativas en sus diseños. Las tiendas en los primeros pisos de los edificios que pasamos son diferentes, también. Las tiendas en sí son más grandes, con más empleados y más clientes entrando y saliendo. A lo largo del camino, el número de coches y vagones ha aumentado, mientras que he estado viendo cada vez menos carros tirados por burros.
Es un shock casi físico ver que existe tan clara división de clases en una sola ciudad, y solamente a poca distancia de mí. Había leído acerca de cosas como estas, así que tenía una idea acerca de cómo era, pero existe una diferencia como el día y la noche entre imaginarlo y verlo justo delante de mí. Con ojos relucientes, tomo tanto como puedo de los alrededores.
“Está en el tercer piso aquí”, Otto dice.
“¡¿El tercero?!”
La residencia de Otto se encuentra en el tercer piso de un edificio de siete pisos. Cuando el primer piso de un edificio es una tienda, en el segundo piso generalmente esta la residencia del dueño de la tienda. Desde el tercer al sexto piso se alquilan, y es muy común ver el séptimo piso ser utilizado como una vivienda para los aprendices y otros empleados de la tienda. Cuanto más cerca está un piso del camino, y cuanto más cerca está de un pozo, más caro es. Si tuviera que decirlo, mi casa está en el quinto piso de un edificio cercano a las puertas. (Por favor, comprendan mi situación financiera.) Para que Corinna posea un lugar reservado para ella justo encima de la residencia de sus parientes, ella realmente debe ser la amada princesa de esta tienda.
Me pregunto ¿cómo ellos le permitieron casarse con ella? ¡Esto es sorprendente! Un comerciante y una joven mujer rica seguramente tienen un status social muy diferente, creo, así que ¿cómo sucedió algo como esto en este mundo?
“¡Estoy en casa, Corinna! He traído a Maine conmigo.”
“Bienvenida, Maine. He estado esperando para conocerte. Mi nombre es Corinna. Soy la esposa de Otto.”
“Es un placer conocerle, Señorita Corinna. Mi nombre es Maine. Estoy agradecida por todo lo que su marido ha hecho por mí.”
Esta es mi primera vez viendo a Corinna, y estoy sorprendida por cuan hermosa y encantadora como mujer ella es. Su cabello es color crema pálido, como si la luz de la luna se hubiese reunido en él. Ella ha recogido suavemente este por detrás, acentuando su delgado cuello. Sus ojos también son de un gris plateado. Su diseño de color es muy ligero, haciéndola lucir casi efímera.
En contraste, sus pechos son enormes. Todo lo que tiene que sobresalir sale, y su cintura es muy estrecha.
¡Otto, eres tan superficial!
Cuando soy guiada hasta a la sala de recepción, dejo escapar un suspiro de admiración al ver los tapices patchwork*, el trabajo de Corinna, que decoran las paredes. Esta es mi primera vez desde que vine a este mundo que observo una casa con algo ornamental en ella. Es probablemente la habitación que utiliza para reunirse con potenciales clientes, así que está llena de una gran cantidad de ropa, así como estas decoraciones hechas de las telas restantes. Los colores de toda la habitación se unen con un buen ojo, dando a la habitación un ambiente relajado.
<*El patchwork es un tejido hecho por la unión de pequeñas piezas de telas cosidas entre sí por los bordes. El resultado puede ser una manta, colchas, cojines, manteles... e incluso prendas de vestir>
Sin embargo, incluso en la casa de un rico comerciante, todavía hay concesiones más sutiles a la frugalidad de lo que pensaba. La mesa redonda y las sillas en el centro de la habitación no están ni finamente grabadas ni brillantemente pulidas, sino que tienen un simple diseño de madera, sin adornar, dejando la madera como es.
Si recuerdo correctamente, los muebles del norte de Europa tendían a ser simples. Además, debido a que las personas suelen estar encerradas durante largos períodos de tiempo durante el invierno, tal vez el mobiliario está diseñado de tal manera que es posible utilizarlo durante largos períodos de tiempo sin cansarse de él.
“Gracias por venir hasta aquí”, Corinna dice. “He estado muy ansiosa por esto desde que escuché que vendrías a trabajar en mi cabello.”
Mientras Corinna nos sirve un poco de té de hierbas, la gentil voz que se dirige a mí rezuma el sentimiento de la hija bien educada de una familia rica. Su actitud tranquila es una que podría despertar el deseo de protegerla del daño.
“Estoy muy halagada. También he escuchado muchas cosas sobre usted de parte del Señor Otto, así que también he estado deseando conocerle. Me había dicho lo hermosa y adorable que usted es, pero la forma en que ha decorado esta habitación y la calidad de las ropas que has puesto por los alrededores está más allá de lo que había oído.”
“... Realmente eres una joven bastante disciplinada. Y tu cabello es tan bonito como lo había oído. Me pregunto, ¿si mi cabello se volverá así también?”
Corinna, encantada, acaricia suavemente mi cabello. Anoche, en orden de asegurarse de que el valor de este champú como una mercancía era claramente visible, tanto mi Madre como Tory trabajaron duro para hacer que mi cabello prácticamente brillara. Hoy, mi cabello es incluso aún más brillante de lo que usualmente es.
“¿Podemos comenzar de inmediato?” le pregunto.
Mientras tomo el pequeño frasco desde mi bolsa, el rostro de Corinna se ilumina de emoción. Ella es absolutamente adorable cuando ella se expresa tan abiertamente. Definitivamente puedo ver por qué Otto la adora tanto.
“Me gustaría lavar su cabello, así que tendré que hacer los preparativos necesarios para el baño. Si no es mucho pedir, ¿puedo molestarle con un balde lleno de agua y un paño para lavar?”
“¿Bañarse, has dicho?”
Otto, no Corinna, grita asombrado, con sus ojos muy abiertos.
“... Sólo voy a lavar su cabello, Señor Otto. Umm, Señorita Corinna, mientras el Señor Otto está preparando las cosas, ¿usted podría cambiar su ropa por unas que estarían bien incluso si son mojadas?”
“Sí,” ella contesta.
“... Oh, ella va a estar usando ropa, huh
Corinna no es solamente un niño como Lutz, así que es obvio que no voy a decirle a una mujer como ella que se desnude. ...Espera un momento, ¿por qué estás hablando como si estuviese enormemente decepcionado?
Otto se levanta para preparar todas las cosas para el baño, diciendo que el trabajo físico es el trabajo del hombre. Él extiende un paño en el dormitorio y trae un poco de agua, a continuación pone un pequeño paño junto a mi frasco de champú.
“... Esto es todo, huh. ¿Qué haces con esto?”
Otto, con sus ojos profundamente interesados, coge el frasco, lo sacude un poco, mira dentro, y toma su olor. Repentinamente, me doy cuenta de que si él se queda mientras estoy trabajando en el cabello de Corinna, él tratará de ayudar en todo, seguirá abriendo su boca, y constantemente va a entrometerse entre nosotras, haciendo todo el proceso extremadamente molesto.
“No es para que los hombres lo vean”, le digo. “Si ya termino de prepararlo, Señor Otto, espere en otra habitación.”
“¿Qué? ¡Soy su marido!”
“Si usted es el marido, entonces es mejor que usted espere afuera. Cuando hayamos terminado, usted puede ver cuán hermosa su esposa se ha vuelto y bañarla en elogios. Por favor, no haga algo tan poco caballeroso como ver a una mujer mientras se arregla.”
“Eso es correcto”, Corinna dice. “Otto, por favor espera en otra habitación.”
Las dos unimos fuerzas e instamos a Otto, quien todavía claramente quiere quedarse, a salir del dormitorio. Puedo escuchar sus pasos a través de la puerta mientras vaga sin rumbo por los alrededores fuera del dormitorio, pero lo ignoro, derramando algo del contenido del pequeño frasco en el balde para lavar.
“Esto es llamado un ‘champú simple todo en uno’. Para utilizarlo, primero llena un recipiente con aproximadamente esta cantidad de agua, entonces vierta esta cantidad de champú en él.”
“Ahh...”
“A continuación, vamos a mojar su cabello en el balde, y lavarlo. ¿Puedo pedirle que desate su cabello, por favor?”
Corinna desata su cabello, y yo tímidamente lo bajo dentro del balde. De alguna manera, no esta tan sucio como pensé que estaría; Tal vez no ha pasado mucho tiempo desde que ella se bañó por última vez. Con el fin de asegurarme de que su cuero cabelludo sea limpiado a fondo, vierto agua sobre su cabeza una y otra vez mientras lo lavo.
“Por favor asegúrese de realizar un esfuerzo extra para limpiar esta parte”, le explico mientras trabajo.
“... Permitir que alguien lave mi cabello se siente muy bien. Nunca supe de esto antes.”
“Creo que Otto estaría feliz de hacerlo por usted si usted se lo pregunta, ¿sabes?”
O, más bien, estoy bastante segura de que él intentaría hacerlo incluso si ella no se lo pidiera.
“¿Oh? ¿Pero no dijiste que era poco caballeroso para él verlo?”
“... Sólo pensé que sería un problema si él nos molestaba a ambas, eso es todo.”
“¡Mi! Heh heh, me pregunto ¿qué en el mundo Otto ha estado diciendo a tu alrededor para que una niña tan joven como tu diga tales cosas?”
Es más difícil para mí lavar el cabello de Corinna que lavar el cabello de Tory, dado que Corinna es mucho más grande. Sin embargo, sé sin lugar a dudas que Otto va a basar el número de clavos que va a darme en cuan satisfecha ella se encuentre con mi trabajo. Trabajo diligentemente, para sacar lo mejor de mi capacidad.
“... Maine, ¿te importa si te pregunto algo?”
“¿Qué es?”
Oigo una pizca de agudeza en su voz, y inesperadamente me pongo al límite.
“¿Cómo es Otto, en la puerta?”
“... ¿Huh?”
Estaba totalmente preparada para desviar una pregunta sobre cómo hacer mi champú simple. Su pregunta me atrapó completamente desprevenida, y lo que ella estaba preguntando no se registró de inmediato en mi mente. Inclino mi cabeza hacia un lado en confusión.
Corinna frunce su ceño. “Él renunció a su carrera como comerciante todo por mí,” ella murmura. “A veces me preocupo...”
“No hay necesidad de preocuparse” le digo. “Incluso trabajando en las puertas él sigue comportándose como un comerciante.”
Él maneja todo el trabajo de contabilidad por sí mismo, incluso a pesar de que está tan ocupado. Él regatea con los comerciantes sobre los precios de los bienes y el mobiliario. Él utiliza su posición en la puerta al máximo para reunir información útil. En verdad, sus principios rectores son los de un comerciante.
“¿Realmente? ... ¿Él es un comerciante, en la puerta?”
“Si, lo es. Por ejemplo, cuando los mercantes vienen a entregar las cosas a las puertas, la malvada sonrisa en su cara mientras arrastra hacia abajo el precio de la orden es muy similar a un comerciante.”
“Heh heh, así que puedes ver a un comerciante en él. Si, si, por supuesto. Es una gran carga a desaparecido de mi pecho al escuchar eso.”
Utilizo el paño para secar el cabello color crema de Corinna. Cuando empiezo a peinar, comienza este a brillar como una perla.
Justo como cuando estaba lavando el cabello rubio-dorado de Lutz, estoy envidiosa de lo bonito que es el cabello de Corinna. Sería genial si mi cabello luciera así, ¿no?
“Si usted puede, por favor use un peine de madera cuando peine su cabello. A medida que continúe utilizándolo, la madera del peine absorberá la humedad de su cabello, y hará que brille incluso aún más.”
“Bien. ...Realmente se ha vuelto muy hermoso, ¿no?”, Ella murmura apreciativamente mientras pasa sus dedos a través de su cabello.
“El color de su cabello ya era muy bonito, así que todo lo que usted necesita hacer es mantenerlo para sacar a relucir su belleza natural. Le recomiendo que lo lave de esta manera entre cinco a siete días.”
Realizo una señal hacia la olla, la cual contiene el resto del champú, cuando doy mi recomendación. Corinna frunce su ceño ligeramente, inclinando la cabeza hacia un lado.
“¿Está realmente bien darme esto? Me siento mal, no te doy nada a cambio...”
“Está bien. El Señor Otto ya me pagara por esto, con clavos.”
“… ¿Clavos? ¿Huh? ¿No está él consiguiendo la mejor parte del trato al final? ¿Estás bien con eso?”
Incluso a pesar de que se podría estar beneficiando más ahora, no he resignado la receta de cómo hacer mi champú, estoy poniendo mis manos sobre los clavos que quería conseguir, y dado que sé que Corinna va a querer más champú en el futuro, voy a ser capaz de obtener más cosas que quiero en el futuro, también. Así que realmente no hay problema aquí.
“Um, Maine. Mi ropa se ha mojado un poco, así que me gustaría cambiarme. ¿Te importaría esperar con Otto en la otra habitación?”
“Sí, señora.”
Dejo el dormitorio para que Corinna pueda cambiarse de ropa en paz. Cuando abro la puerta para salir, sin embargo, veo a Otto, vagando por la puerta del dormitorio como un oso hambriento esperando a que aparezca su comida.
“¿Corinna?”, Él exclama.
“Mi ropa se mojó un poco”, ella dice, pasando su cabeza alrededor de la puerta un poco, “así que voy a cambiarme de ropa. Otto, cuida de Maine por mí, ¿podrías?”
Su cabello aún no se ha secado completamente, así que se desliza a lo largo de su ropa húmeda como ella se asoma desde la esquina. Su conducta tímida irradia cierto tipo de atractivo.
“Siento dejarte verme así”, ella dice. “Me cambiaré de inmediato.”
Corinna me apresura a salir de la habitación, para luego cerrar rápidamente la puerta. Otto había captado sólo un vistazo de ella en este momento, pero él está mirando a la puerta con una expresión completamente en blanco. Cuando veo la reacción ansiosa de Otto después de sólo verla un momento, hago una pose de victoria triunfante en mi corazón. Sin lugar a dudas, él ha caído enamorado de ella otra vez.
“Eh heh heh, ¿no Corinna estaba aún más hermosa que antes? Su cabello cremoso brilla como una joya...”
“¡Ngh! ¡Corinna!”
“¡¡¡Ella todavía se está cambiando!!”
Otto sin pensar comienza a cargar hacia la puerta del dormitorio, y yo apresuradamente intento bloquearlo. Por supuesto, con mi fuerza, no puedo hacer nada para detenerlo. El único que puede detener su alboroto ahora es Corinna.
“Otto”, ella dice desde el otro lado de la puerta, “¿realmente quieres que Maine me vea mientras me estoy cambiando?”
Tan pronto como él escucha su gentil voz, él súbitamente deja de moverse, como si le hubiesen arrancado las baterías. Después de un breve momento de silencio, él se vuelve hacia mí. Y me da una hermosa y terrible sonrisa mientras él firmemente sostiene mi hombro.
“... Maine, ¿no tenías algo importante que necesitabas hacer?”
Lo entiendo. Quiero ir con mi esposa, así que lárgate de aquí, él está diciendo.
Echo un vistazo a la bolsa situada en la mesa de la cocina. “Podría recordar algo, dependiendo del número de clavos que consiga” le digo, sonriendo dulcemente.
Él mira la bolsa de clavos, a continuación nuevamente me mira. En sus ojos, puedo ver una feroz batalla entre sus sentidos de frio y calculador comerciante y su ardiente amor por su esposa.
“…”
“Si me los das todos, incluso podría darle a mi Padre una buena excusa sobre porque regrese a casa sola.”
Otto, que había prometido que me cuidaría adecuadamente, presiona la bolsa entera en mis brazos, y silenciosamente me dirijo hacia fuera por la puerta.
¡Ve por ellos, tigre! Bueno, he adquirido aún más clavos de lo que esperaba, así que, como que sea. ¡Por favor, haz lo que sea que vayas a hacer!
Agarrando la bolsa llena de clavos firmemente con ambos brazos, lucho durante mi camino por la calle, sola. Los clavos son pesados. Uno solo es bastante ligero, pero cuando los acumulas así, son pesados ​​como el infierno. Incluso después de sólo caminar un poco, mis brazos ya están temblando.
No sirve de nada. Necesito un descanso.
A este ritmo, no voy a ser capaz de trastabillar todo el camino hasta mi casa. Me las arreglé para llegar a la fuente en la plaza central, luego sentarme a tomar un descanso.
Mis brazos duelen.
Mientras sacudo mis manos temblorosas, y luego las froté juntas, Lutz aparece en mi vista, en su camino a casa desde alguna parte. Él pasa junto a mí, firmemente.
“¿Oh? Lutz, ¿qué estás haciendo aquí?”
“¡¿Maine?! ¿Qué estás haciendo aquí? Uh... ¡¿sola por ti misma?!”
Fundamentalmente, mi área de acción habitual esta confinada a mi hogar, las puertas y el bosque. Desde que sólo tomo la distancia más corta posible en cada lugar, nunca estoy aquí, en la plaza central. Encima de eso, desde que tengo el hábito de colapsar inesperadamente en cualquier momento, en cualquier lugar, es inaudito para mí estar en alguna parte sola por mí misma. Los ojos de Lutz se abren.
“¿Hm? Estoy de regreso de la casa del Señor Otto. Pude conseguir todos estos clavos de él. Son realmente pesados, y está realmente lejos, así que estoy tomando un descanso.”
“Argh,” él gruñe, “Voy a llevarlos en tu lugar. Huh, ¿por qué no se aseguró de traerte de regreso a salvo?”
Mientras él murmura entre dientes, recoge la bolsa llena de clavos. Podría haber encontrado esa bolsa tan pesada que físicamente me lastime al llevarla, pero Lutz la levanta como si no fuese una cosa tan grande.
“Muchas gracias, Lutz.”
Cuando los dos regresamos a casa, nos contamos el uno al otro acerca de todo lo que sucedió hoy. Mientras intercambiaba mi champú por estos clavos, tal parece que Lutz estaba preguntando por ahí, comprobando con personas que saben mucho sobre el bosque o saben mucho sobre manejar la madera para ver si podría haber algún tipo de madera con la cual fuese fácil hacer el papel, o alguna planta que pudiese volverse un substituto razonable para la Aibika
Cuando haces washi, usas tradicionalmente la Aibika como agente adherente, pero aquí, si estás buscando un líquido pegajoso, parece que tu mejor apuesta es una fruta edil o los fluidos corporales de un insecto escaramujo.
Ur... urgh. Yo por mucho, mucho más prefiero usar frutas edil que exprimir los fluidos de un insecto. Los insectos, sin embargo, podrían ser más resistentes al cambio de las estaciones...
Sacudo mi cabeza para borrar los pensamientos no deseados de los jugos de los bichos, a continuación, cambio el tema de la conversación.
“Ahora que tenemos los clavos, podemos empezar a trabajar en la vaporera.”
“¿Hm? ¿Cuán grande vamos a hacerla? ¿No dijiste que querías que coincidiera con la olla que usaremos? ¿Has conseguido que tu mamá diga que podemos usar la tuya?”
Nuestra cesta de vapor no tiene que ser muy grande en este momento, dado que estamos empezando, pero si podemos realmente me gustaría igualarla con la olla que estaremos empleando. Sin embargo, ambas familias utilizan sus ollas sólo para cocinar. Incluso si pedimos prestado una, es poco probable que nos la presten.
“... No, no lo hice. En realidad, una vez se puso muy enojada conmigo y me dijo que no usara la olla para nada que no fuese comida.”
Si mi madre ni siquiera me permite cocinar el pescado seco, no creo que me preste una olla para que pueda hacer vapor o hervir algún tipo de madera para hacer papel.
“Eso no es bueno”, él dice.
“Realmente no lo es. … ¿Así que vamos a hacer?”
“Bueno, no es que pueda hacer uno...”
Las ollas son costosas. Extremadamente costosas. Siempre están en uso, incluso cuando necesitan reparación. No es el tipo de cosa en las cuales podemos poner fácilmente nuestras manos sólo porque queremos una. Fabricar una de metal también podría ser demasiado difícil.
“Eso es verdad, no... quizás deberíamos hacer el marco de papel primero. Ya sabemos lo grande que será, para que podamos comenzar con eso ahora.”
“... Supongo que tenemos que construir lo que sabemos que podemos construir, sí.”
Conseguimos incluso aún más clavos de lo que esperaba, y hemos identificado tentativamente algunos materiales que podemos utilizar como sustituto de la savia del Aibika... así que es un paso adelante, al menos... ¿verdad?